Plebiscito "Iluminemos Chihuahua" - VOTA NO
(90% terminado)
Activistas, organizaciones de la sociedad civil y personas de la ciudad de Chihuahua se unieron para presionar a las autoridades y realizar el plebicito vinculante más grande de la historia del país.
Ganando el NO, con 35 mil 229 votos de 62 mil 32, se cayeron dos de los proyectos más ambiciosos de las administraciones de Juárez y Chihuahua, mismos que sumaban un total de 12 mil millones de pesos.
Un triunfo incuestionable de la ciudadanía, en el cual las personas de Chihuahua marcamos la historia de México, mostrando el poder del encuentro real y las personas a través la participación ciudadana.
Antecedentes:
Después de años de esfuerzo por parte de organizaciones de la sociedad civil, activistas, derechohumanistas y personas del Estado de Chihuahua, en mayo de 2018 fue aprobada la Ley de Participación Ciudadana, una demanda social para crear nuevos contrapesos que pudieran evitar excesos desde el poder.
Apenas un año después, los dos municipios más poblados de Chihuahua (Juárez y la capital, Chihuahua) iniciaron el proceso de aprobación de dos proyectos prácticamente idénticos: La entrega del servicio de alumbrado público a particulares por 15 años a través del contrato de deuda. En ambas ciudades, activistas y organizaciones iniciaron la exigencia de socializar el proceso de toma de decisiones, transparentar la documentación con los detalles de los proyectos y acercar a la ciudadanía al proceso. Resultaba atípico que ambos proyectos compartieran tantos aspectos y se pusieran en la mesa de manera casi simultánea.
Ni en la capital, gobernada por María Eugenia Campos (PAN) ni en la frontera gobernada por Armando Cabada (Independiente), hubo interés por abrir a fondo los procesos y los esfuerzos se limitaron a la difusión de anuncios defendiendo sus proyectos en prensa, radio y televisión. Para las activistas, esta etapa también representó el inicio de linchamientos mediáticos y ataques personalizados desde el poder.
Entre madruguetes políticos y prácticas de “fast-track”, el 26 de abril fue autorizado en la capital y 10 días más tarde, se concretó la aprobación en Ciudad Juárez, en medio de la presencia ciudadana en Cabildo señalando la problemática del contrato de deuda, la falta de transparencia en el proceso y la manipulación de información.
Menos de un año después de la aprobación de la Ley de Participación Ciudadana y mientras las batallas por frenar ambos proyectos se daban en el Congreso del Estado, se presentaron de manera coordinada las solicitudes para los primeros dos plebiscitos en la historia del Estado. Ambos proyectos buscarían ponerse en manos de la ciudadanía utilizando la recién alcanzada herramienta democrática. 90 días después, tanto los esfuerzos de la capital del estado, como los del municipio fronterizo, rindieron frutos.
Después de años de esfuerzo por parte de organizaciones de la sociedad civil, activistas, derechohumanistas y personas del Estado de Chihuahua, en mayo de 2018 fue aprobada la Ley de Participación Ciudadana, una demanda social para crear nuevos contrapesos que pudieran evitar excesos desde el poder.
Apenas un año después, los dos municipios más poblados de Chihuahua (Juárez y la capital, Chihuahua) iniciaron el proceso de aprobación de dos proyectos prácticamente idénticos: La entrega del servicio de alumbrado público a particulares por 15 años a través del contrato de deuda. En ambas ciudades, activistas y organizaciones iniciaron la exigencia de socializar el proceso de toma de decisiones, transparentar la documentación con los detalles de los proyectos y acercar a la ciudadanía al proceso. Resultaba atípico que ambos proyectos compartieran tantos aspectos y se pusieran en la mesa de manera casi simultánea.
Ni en la capital, gobernada por María Eugenia Campos (PAN) ni en la frontera gobernada por Armando Cabada (Independiente), hubo interés por abrir a fondo los procesos y los esfuerzos se limitaron a la difusión de anuncios defendiendo sus proyectos en prensa, radio y televisión. Para las activistas, esta etapa también representó el inicio de linchamientos mediáticos y ataques personalizados desde el poder.
Entre madruguetes políticos y prácticas de “fast-track”, el 26 de abril fue autorizado en la capital y 10 días más tarde, se concretó la aprobación en Ciudad Juárez, en medio de la presencia ciudadana en Cabildo señalando la problemática del contrato de deuda, la falta de transparencia en el proceso y la manipulación de información.
Menos de un año después de la aprobación de la Ley de Participación Ciudadana y mientras las batallas por frenar ambos proyectos se daban en el Congreso del Estado, se presentaron de manera coordinada las solicitudes para los primeros dos plebiscitos en la historia del Estado. Ambos proyectos buscarían ponerse en manos de la ciudadanía utilizando la recién alcanzada herramienta democrática. 90 días después, tanto los esfuerzos de la capital del estado, como los del municipio fronterizo, rindieron frutos.
Aprobación de las solicitudes
El Instituto Estatal Electoral aprueba las solicitudes de plebiscito. Se otorgan 90 días para reunir un mínimo de 3 mil 424 firmas por medio de la aplicación de “Apoyo Ciudadano” del INE para recaudación de firmas, el cual también capacitó a las personas solicitantes para utilizarla.
Las personas del colectivo Chihuahua Decide, que presentó la solicitud de plebiscito en Chihuahua así como Plan Estratégico de Juárez recorrieron las calles, escuelas y distintos puntos de ambas ciudades corriendo la voz y reuniendo firmas. Al paso de un mes se habían reunido más de 4 mil firmas en Chihuahua capital, de las cuales se validaron 3 mil 748 firmas, cantidad suficiente para llevar a cabo el plebiscito. El proceso siguió hasta llegar a los 90 días.
El 8 de octubre, por unanimidad de votos, el Consejo del IEE validó el proceso de plebiscito para el proyecto ‘Iluminamos Chihuahua’ en la capital del estado. Tras la aprobación, el Consejo Estatal del IEE instruyó a la Dirección Ejecutivo de Educación Cívica y Participación Ciudadana a elaborar la convocatoria.
Es entonces que el 20 de Octubre el Consejo del Instituto Estatal Electoral de Chihuahua determinó por unanimidad la convocatoria del Plebiscito que habría de realizarse en la ciudad de Chihuahua, fijaron como fecha el 24 de Noviembre, dejando solo 34 días para realizar una campaña por el NO y enfrentar a un colectivo de personas comunes contra las fuerzas del aparato burocrático-partidista de la administración municipal.
Las personas del colectivo Chihuahua Decide, que presentó la solicitud de plebiscito en Chihuahua así como Plan Estratégico de Juárez recorrieron las calles, escuelas y distintos puntos de ambas ciudades corriendo la voz y reuniendo firmas. Al paso de un mes se habían reunido más de 4 mil firmas en Chihuahua capital, de las cuales se validaron 3 mil 748 firmas, cantidad suficiente para llevar a cabo el plebiscito. El proceso siguió hasta llegar a los 90 días.
El 8 de octubre, por unanimidad de votos, el Consejo del IEE validó el proceso de plebiscito para el proyecto ‘Iluminamos Chihuahua’ en la capital del estado. Tras la aprobación, el Consejo Estatal del IEE instruyó a la Dirección Ejecutivo de Educación Cívica y Participación Ciudadana a elaborar la convocatoria.
Es entonces que el 20 de Octubre el Consejo del Instituto Estatal Electoral de Chihuahua determinó por unanimidad la convocatoria del Plebiscito que habría de realizarse en la ciudad de Chihuahua, fijaron como fecha el 24 de Noviembre, dejando solo 34 días para realizar una campaña por el NO y enfrentar a un colectivo de personas comunes contra las fuerzas del aparato burocrático-partidista de la administración municipal.
Campaña #VotaNOviembre24
Se empezó a articular una narrativa y una campaña mediática por parte de las promoventes, inspirados en el proceso plebiscitario de Chile de 1988 durante la dictadura militar, mismo que resultó en la salida del dictador Chileno Augusto Pinochet al quedar vencedora la opción del NO.
Decidimos homenajear dicho evento adoptando el logo del NO junto con el ya característico arcoíris, además de la creación del video NO-ticiero, que incluía cápsulas informativas y sátiras en torno al proyecto de “Iluminemos Chihuahua”, también se manejaron brigadas informativas en territorio, publicidad en calle como lonas,
volantes y calcomanías.
El 13 de noviembre del mismo año, el Instituto Estatal Electoral llevó a cabo un foro en el cual las posturas del “Sí” y del “No” se enfrentaron públicamente representadas por el ayuntamiento y las personas promoventes del plebiscito. Este foro resultó ser un éxito para la postura del “No” ya que se evidenció la falta de bases y argumentos fuertes para defender el indefendible intento de proyecto, lo cuál generó una ola de apoyo para el “No”.
Muchísimas personas de todo el país y de la ciudad nos apoyaron y orientaron durante este novedoso proceso, fue así que llegamos a edificar muchos de los slogans y frases de esta campaña por el NO, tales como #NoQuierenLuzQuierenDinero y otras más que terminaron penetrando en el voto de las personas.
Después de 8 meses y 34 agotadores días en donde las personas del colectivo salimos a las calles a brigadear, tuvimos apariciones en medios de comunicación y se realizaron decenas de videos para invitar a votar por la opción del NO, el ayuntamiento una vez más utilizando, injustamente, todo recurso humano y económico, no escatimó en publicidad en distintos medios, así como utilizar bases de datos vecinales-seccionales, hacer publicidad y convencer a las personas mal informando por el SÍ.
Para el día de la votación, el Instituto Estatal Electoral instaló 188 Mesas receptoras de votación conformadas por 2 urnas electrónicas cada una. Las personas solicitantes del plebiscito, por encontrarse limitadas en recursos humanos, económicos y de tiempo no tuvieron posibilidad de registrar ante el Instituto Estatal Electoral a los representantes de casilla ni a los observadores, por lo cual se decidió conformar un Escudo Ciudadano para cuidar las casillas, siendo este representado por personas en su mayoría mujeres, adultos mayores y jóvenes.
Se llegó el día. El 24 de NO-viembre del 2019, más de 62 mil personas en la capital de Chihuahua salieron a votar, logrando la consulta ciudadana con mayor afluencia en el país. Aún sin alcanzar el 10% requerido por la ley para volver vinculante la decisión de las personas, 62 mil 32 votos en total, de los cuales 26 mil 501 fueron por el SI (42.72%) mientras que 35 mil 229 lo hicieron por el NO (56.79%). Frente a todos los pronósticos de muchos medios, analistas políticos y la clase política en general, las personas habían ganado.
Nuestro Escudo ciudadano recopiló anomalías antes y durante el proceso electoral dentro del portal/repositorio de denuncias [votano.mx](http://votano.mx/), el cual fué creado por las mismas personas solicitantes. Este portal web, dio acceso a personas en tiempo real de observar dicho proceso, en el cual se levantaron denuncias como: acarreo por parte de empleado municipales y dependencias, funcionarios de casilla sin registro oficial, policía municipal fotografiando sabanas de casillas antes y durante el proceso y agresiones a inmuebles de las personas solicitantes.
Después llegó el efecto dominó: en el municipio de Ciudad Juárez, el alcalde independiente Armando Cabada, decidió “desistir” de su proyecto de reconversión tecnológica del alumbrado público. Ante la inminente derrota de su homóloga en la capital, el cabildo de Juárez da marcha atrás y deja sin materia al que sería el segundo plebiscito en el estado de Chihuahua.
Se habían caído dos de los proyectos más ambiciosos de las administraciones de Juárez y Chihuahua, mismos que sumaban un total de 12 mil millones de pesos. La ciudadanía se había pronunciado y a partir de ahora el gobierno ya no decidiría solo. Resultó ser el ejercicio de participación ciudadana con más votación en la historia de nuestro país. El Plebiscito de Chihuahua 2019, fue un éxito, con 62,058 votos, significando el 8.94 % superó por 40 mil votos a CDMX en la Consulta del Corredor Chapultepec, así como al plebiscito por la Ciclovía en Guadalajara, Jalisco.
Este primer ejercicio permitió a los diferentes actores involucrados recoger experiencias altamente valiosas, las cuales retroalimentan y nutren a la democracia participativa. Sobre todo a las personas de Chihuahua que dieron un salto cualitativo en la democracia sustantiva, un triunfo incuestionable de la ciudadanía, en el cual las personas de Chihuahua marcamos la historia de México, mostrando el poder del encuentro real y las personas a través la participación ciudadana.